Esta lámpara de cuenco forjada a mano se inspira en la lámpara vikinga de hierro hallada en el barco funerario de Oseberg, Noruega, datada en el siglo IX.
La lámpara original de Oseberg tenía una estaca metálica de 44 cm de largo. Sin embargo, esta resultaba bastante voluminosa e incómoda, dificultando su transporte.
Esta lámpara vikinga de cuenco, forjada en hierro, es la solución perfecta para un transporte sencillo: cuenta con un casquillo cónico que se coloca fácilmente sobre una estaca clavada en el suelo a cualquier altura.
La lámpara original de Oseberg tenía una altura fija, por lo que no era tan versátil como una lámpara con un palo de madera, que se puede conseguir en cualquier lugar y de cualquier longitud.
Esta lámpara vikinga de cuenco «Oseberg» mide 18 cm de alto. El cuenco mide 14 x 4 cm.
El casquillo tiene una base de 3 cm de ancho.
Las lámparas de cuenco vikingas del tipo Oseberg se encienden fácilmente con restos de cera, a la que basta con añadir unos trocitos de madera o, mejor aún, un trozo de yesca seca como mecha. También se pueden usar tiras de algodón trenzadas o arpillera vieja. Para apagar el fuego, simplemente coloque una tabla de madera encima de la lámpara para que se extingan las llamas.
Por supuesto, esta lámpara vikinga también funciona con parafina, aceite para lámparas, cera de abeja o sebo.










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